Espejo del alma

Me duele ese interrogante

grabado en tus entrañas

me hieren tus dudas

tus dudas infundadas..

Me duele esa pregunta

que ronda en tu mente

me dañan tus temores

tu miedo hiriente.

Me duele ese recelo

que te roe por dentro

me envenena la rabia

contenida en tu aliento.

La mirada es el espejo donde se refleja el alma

Tus ojos son la luz que desvela lo que tus labios callan.

Viaje con retorno

La taquilla me espera

He reservado un billete

Necesito hacer este viaje

rodeada de nadie

Libre de equipaje.

Retiro mi reserva

Doy un sorbo a mi pasaje

Me siento en el andén

Cerrando los ojos

Puedo ver el tren.

Mi mente entra al vagón

Con las alas desplegadas

Me acomoda en su interior

Suben los tragos

Se apea el temor.

Coqueteo con otra calada

que me desconecta el alma

que desactiva mi corazón

recuerdo la calma

olvido el dolor.

Me abrazo a mi botella

Me enredo con el humo

Y me olvido de mismo

pretendo huir

pobre iluso

La máquina pierde vida

Se desvanece mi travesía

La letra pequeña lo cuenta

Este es un billete

De ida y vuelta.

Las burlas del destino

Y qué le voy a hacer

Son las burlas del destino

Saboreas con malicia tu victoria

Porque crees que me has ganado

Porque piensas que has vencido

Confieso que mi alma ha perdido

Pero no en tu tablero de juego

en él yo no he jugado contigo

Saboreas con malicia tu victoria

Porque crees que me has derrotado

Porque piensas que me has hundido

Confieso que ahora me siento herido

Pero la sangre se ha secado

mucho antes de llegar al río.

Saboreas con malicia tu victoria

Porque crees que te han aclamado

Porque piensas que nadie me ha creído

Confieso que mi palabra ha caído

Pero no en un saco roto

Solamente descosido.

Y qué le voy a hacer
son las burlas del destino

Siento necesidad

Siento necesidad de tomarte al alba

exprimir gota a gota el calor de tu ternura

saborear el color que mora en tu mirada

Amarnos entregados a la locura

Siento necesidad de abrazar tu alma

absorber mota a mota el aire de tu pecho

degustar el sabor que fluye de tu aroma

Rociar de pasión nuestro lecho

Siento necesidad de fundirme en tu sonrisa

avanzar paso a paso la senda de tus mejillas

besar el dulce tacto de tu esencia

Y deshacernos en mil caricias.

Siento necesidad de prender tu llama

respirar poco a poco el fuego de tu aliento

Beber la vida que viaja en tu labios

Que sientas como yo siento

Siento necesidad de poseer tu palabra

recorrer signo a signo el alma de tu ser

aspirar el sonido que endulza tu voz

Ser la calma de nuestra sed.

¿Culpable?

Entras en la sala de pensar

a solas con tu soledad

Necesitas mil alientos

para esos sentimientos

que piden a gritos libertad.

Tocas la llaga que hiere,

La duda te impide ver

por qué duele la herida

¿será por tu alma dolorida?

¿será por tu orgullo tal vez?

Tu miedo atrae al huésped

Ese inquilino indeseable

Que excarva con paciencia

Y remueve tu conciencia

tras el veneno del culpable.

El gusano te reta a duelo

Un pulso por la verdad

Unidas tus fuerzas y sensaciones

desnudan tus emociones

para vestirlas de honestidad.

Viajando a tu mirada

Trepo hasta el balcón de tus ojos
buscando el brillo de tu mirada
tus pupilas parecen dormidas
pero miran despiertas con la luz apagada.
Mi temor asciende entre sombras
mi aliento se arriesga en la escalada
culmino la cima de tus párpados
mudos esclavos a merced de la niebla helada.
Mi vista atraviesa las grises cortinas
goteando su tristeza con lluvia ajada
Herida la esencia, la esperanza sangra
mueren las dudas, nace el dolor de alma.

Calmar la sed

Desde el fondo de la barra
Dominado por la ansiedad
no puedo dejar de mirarte
No puedo dejarte escapar.
Vacio el vaso en un par de tragos
cerveza fría que aprendo a reciclar
El alcohol disfrazará mi cobardía
No puedo dejarte escapar.
Y muero por calmar mi sed
ardiendo en el fuego de tu mirada
devorando el sabor de tu sonrisa
saboreando cada rincón de tu piel
Necesito un bocadillo de humo
los nervios no muestran piedad,
mis ojos reclaman a los tuyos
No puedo dejarte escapar.
Te despides de aquel camarero
Te pierdo, dame una oportunidad
No sabes cuanto te deseo
No puedo dejarte escapar.
Y muero por calmar mi sed
ardiendo en el fuego de tu mirada
Devorando el sabor de tu sonrisa
Saboreando cada rincón de tu piel
Desciendo despacio del taburete
Mi cabeza hueca, no me deja reaccionar
Ahora voy demasiado borracho
Otra noche que te dejo escapar.