La luna, bella dama que impregnó en mi alma su influencia
me avisó desde el primer instante, con dulzura, con cautela
Me sugirió que abriera los ojos, que permaneciera alerta,
pero insistió en la ternura, la ternura de quien por cariño, espera.
Mi alma avisó al recelo, y un atisbo de él asomó en mi interior
pero mi corazón henchido de cariño, cerro los ojos,
contradijo a mi alma, contradijo a la luna
y aspiró toda la sangre de mis venas para bombear más amor.
Cuando la aguja del tiempo acaparó varias noches
Selene repitió aviso, bañada su ternura en una mueca de dolor
La boca de mi ser tomó la palabra, escuché su profunda voz
mi alma besó al recelo, y éste, retó a mi corazón.
Y Júpiter que esperaba escondido, invocó al dios de la guerra
cabalgando por mi duelo, Ares recorrió la dolorida senda
Con mi decepción sembró ataques. sembró defensas
mas la mentira vestida de amistad venció con fieras estelas
Y aquel triunfo de la falsedad y la cobardía, latigó mi alma
la cruel herida abierta en mis entrañas, sangra lágrimas de rabia
mi corazón ha perdido una rosa, la traición dejó su espina
el dolor de la daga clavada, espantó con su fuerza a la ira.
Se abrió de nuevo la verja, del sendero de la cruel decepción
en su angosto camino, duras piedras, malas hierbas y ajadas flores
Y apareció la mano hipócrita, lamento falsamente arrepentido
palabra oscura, mirada traidora, sentimiento fingido
La traición, disfrazada y enmascarada de verdad y pureza
beso de judas, traficante de almas, manipulador de sentimientos
No acariciaré tu lazo, si no desnudas con esmero tu impostora risa
pues la Luna está en mi ombligo regalándome su sonrisa.