Tu mente perdida y confusa,
camina entre las piedras
Entre las zarzas de un camino
que recorre a ciegas
La niebla de ideas y pensamientos
oscurecen su gruta
No busca el final,
sino claridad para seguir la ruta.
Se detiene a cada momento,
y gira para mirar atrás
buscando en el principio
algún signo, quizá una señal
algún mensaje dormido,
que la emoción pudo ocultar
alguna luz que olvidó encender
al cruzar el umbral
Intenta pisar sobre su huellas,
regresar y desandar
pero ahora lo pisado juega
en las fauces de un vórtice abisal
El abismo sobre su espalda,
delante solo oscuridad
Ni un atisbo de luz que le guíe,
frío y hielo por detrás.
Se siente esclava de las palabras
que no quiso callar
y guardiana de aquellas frases
que no dudo en escuchar
Es presa y carcelera
en la prisión de solo pensar
Y sus recuerdos son verdugos
que torturan sin piedad
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