El silencio ...
unas veces fiera daga, que rasga y excarva con su hoja afilada
otras.... dulce cura, que sosiega y serena, envolvedora calma
El silencio ...
unas veces cruel martillo, que golpea y destruye con su maza
otras..... mano amiga, que acaricia y mima, delicada palma
El silencio...
una veces fiera indómita, que agrede y castiga con su garra
otras..... mansa mirada, que observa y mira, encantadora dama.
El silencio ...
unas veces cruel arma, que hiere y lastima con su lanza
otras..... delicada sonrisa, que aviva y alimenta, vitamina del alma
Entre poesías
martes, 26 de abril de 2011
viernes, 22 de abril de 2011
Herida
La luna, bella dama que impregnó en mi alma su influencia
me avisó desde el primer instante, con dulzura, con cautela
Me sugirió que abriera los ojos, que permaneciera alerta,
pero insistió en la ternura, la ternura de quien por cariño, espera.
Mi alma avisó al recelo, y un atisbo de él asomó en mi interior
pero mi corazón henchido de cariño, cerro los ojos,
contradijo a mi alma, contradijo a la luna
y aspiró toda la sangre de mis venas para bombear más amor.
Cuando la aguja del tiempo acaparó varias noches
Selene repitió aviso, bañada su ternura en una mueca de dolor
La boca de mi ser tomó la palabra, escuché su profunda voz
mi alma besó al recelo, y éste, retó a mi corazón.
Y Júpiter que esperaba escondido, invocó al dios de la guerra
cabalgando por mi duelo, Ares recorrió la dolorida senda
Con mi decepción sembró ataques. sembró defensas
mas la mentira vestida de amistad venció con fieras estelas
Y aquel triunfo de la falsedad y la cobardía, latigó mi alma
la cruel herida abierta en mis entrañas, sangra lágrimas de rabia
mi corazón ha perdido una rosa, la traición dejó su espina
el dolor de la daga clavada, espantó con su fuerza a la ira.
Se abrió de nuevo la verja, del sendero de la cruel decepción
en su angosto camino, duras piedras, malas hierbas y ajadas flores
Y apareció la mano hipócrita, lamento falsamente arrepentido
palabra oscura, mirada traidora, sentimiento fingido
La traición, disfrazada y enmascarada de verdad y pureza
beso de judas, traficante de almas, manipulador de sentimientos
No acariciaré tu lazo, si no desnudas con esmero tu impostora risa
pues la Luna está en mi ombligo regalándome su sonrisa.
Se abrió de nuevo la verja, del sendero de la cruel decepción
en su angosto camino, duras piedras, malas hierbas y ajadas flores
Y apareció la mano hipócrita, lamento falsamente arrepentido
palabra oscura, mirada traidora, sentimiento fingido
La traición, disfrazada y enmascarada de verdad y pureza
beso de judas, traficante de almas, manipulador de sentimientos
No acariciaré tu lazo, si no desnudas con esmero tu impostora risa
pues la Luna está en mi ombligo regalándome su sonrisa.
lunes, 18 de abril de 2011
Relato: Infidelidad
Aquella tarde, fría y lluviosa, Carlos, atenazado por el sentimiento de culpa, decidió tomar el sendero de la sinceridad, y con el cuerpo tembloroso, la voz entrecortada y la mirada empapada en agua de lágrimas, confesó a María su infidelidad.
A María un escalofrío le escaneó todo su cuerpo... En su interior, se inició una batalla cruenta. El dolo hizo rehén a su corazón empapado de amor. Prendió una soga a su alrededor y a cada embate, como si de una pitón se tratara, oprimía un poco más. El amor se henchía para ganarle terreno pero el pulso fue terrible.
Durante unos días, entre María y Carlos no hubo sonrisas, ni palabras, ni tan siquiera miradas furtivas. No hubo caricias, ni buenos días, ni buenas noches, ni cama compartida ni desayunos cómplices al alba. Parecían dos desconocidos habitando la misma casa, dos almas perdidas y ciegas que fingían que se ignoraban.
Carlos simplemente vagaba. Aunque María lo ignoraba, su culpa no tenía perdón porque seguía nadando entre dos aguas, porque su alma se debatía entre dos damas, a una la quería, a la otra .... la anhelaba. Dejó de ser infiel en la alcoba para serlo en el lecho de los sentimientos, donde mora la infidelidad más cruel, la más dolorosa.
María perdió su luz y en su vagar se podía leer la angustia que dentro de ella se fraguaba. Se borró su hermosa sonrisa y sus labios se tiñeron con la mueca del dolor, esa que sale del alma dañada, esa que nace cuando la traición te hace una visita inesperada de la mano de quien más amas.
Una noche, en la plenitud de la madrugada Carlos depertó entre la incomodidad de aquél sofá que durante unos días fue su almohada. Se incorporó y aun arriesgo de despertarla, se acercó a María y le regaló el beso más dulce que hasta ese día le había entregado. Después, sin reparar en equipaje salió de casa. Y comenzó a caminar, dio un paseo con la luna, y luego con el sol, después con las nubes, más tarde con la lluvia ... Y jamás volvió a dulce abrazo de María, pensó que ya jamás, la amaría como merecía.
Esa misma noche, al mismo tiempo que Carlos recorría aquella fría madrugada con Selene como única compañía, dentro de sus sueños, el amor de María encontró el perdón y con una nueva luz en su mirada buscó a Carlos por toda la casa. Al comprobar su ausencia, lo entendió todo y el ardor de la desolación empezó a pujar presionando primero su cabeza La fuerza de aquella presión acabó clavando sus rodillas en el suelo y arrancándose el aliento que le quedaba, un gemido aterrador salió de su garganta y volvió de nuevo a desgarrarse su alma.
Relato: Jardín enamorado
Helena tenía 20 primaveras recién cumplidas. Su hermosura, fruto de la juventud, se irradiaba por dentro y por fuera. Enamorada de la vida y del amor, su rostro, elegante y delicado espejo, reflejaba su alma henchida de felicidad
Cuando el amor y la plenitud de aquellos sensacionales años le hacían lucir con el brillo y el esplendor de la rosa más bella y radiante, Javier le abandonó.
********************************
Con los primeros rayos de cariño, latiendo unidos su corazón y el de su primer amor lograron el amanecer de un jardín de aromas intensos, en el que sembraron los sentimientos más puros y a los que no dejaron de regar, abonar y mimar manteniéndolos vivos durante tres años, tres maravillosos años. Los rosales se levantaban hermosos representado la belleza de su amor con sus tallos salpicados de pequeños pinchos que lograban ser salvados con el cariño de ambos. Un grupo de amapolas de colores diferentes eran la sencillez que tiempo atrás les había unido y las blancas margaritas, salpicadas por toda la extensión, alimentaban la sinceridad de la que nació su amor. Los misteriosos gladiolos apostados a lo largo del muro, prestaban elegancia a la relación y las blancas y voluminosas hortensias transmitían la pureza que brotaba de su enlace. El Sauce Llorón que reinaba en una esquina del jardín, les acompañaba en sus lágrimas cuando brotaban, dándoles cobijo y consuelo. Las ortigas que de vez en cuando brotaban, morían afectadas por la intensidad de los sentimientos pero antes de fallecer, se antojaban la infusión perfecta para reforzar la unión.
**********************************
Hacía unos meses que él permanecía sumido en el silencio y la distancia, y había dejado de prestar atención a aquella flora sentimental que tanta felicidad les había dado. A pesar de que ella seguía entregada en cuerpo y alma a sus cuidados, parte del jardín comenzó a ajarse dejando paso a las malas hierbas. Poco antes de que Helena dejara atrás los 19, se dio cuenta de que los latidos de su amado parecían haberse desmarcado de los suyos, provocando amargas arritmias amorosas. El miedo a que ambos corazones ya no volaran al unísono apresó su alma. Sus temores se confirmaron cuando Javier, una oscura y triste tarde, se acercó al jardín y arrancando de cuajo sus marchitados sentimientos y arrastrando con ellos sus raíces, se marchó sin mediar palabra. Pasadas unas lunas, descubrió que los sentimientos de Javier lucían y florecían en otro jardín. La luz que desprendía la bella mirada de Helena perdió su intensidad. Su corazón se encerró en la soledad de sus latidos y su alma embargada por el dolor, se refugió en los recuerdos olvidando el cruel presente que le había despojado de su gran amor.
El cariño, el tesón y la bondad del abrazo de la amistad, lograron abrir las rejas que encarcelaban a Helena, lograron romper el candado que custodiaba su alma y la vida volvíó tímidamente a sembrase en su interior, aunque su herido corazón seguía buscando sus recuerdos como una necesidad vital.
Durante un tiempo, la nostalgia de Helena se empeño en acoger a vendedores de semillas con almas solitarias en aquel jardín que deteriorado y marchito reposaba en la oscuridad del olvido. Ella albergaba el deseo de volver a cuidar un paisaje frondoso, lleno de color y aromas de felicidad. Lo intentó en varias ocasiones, pero la simiente que sus pretendientes inseminaban en su dañada tierra no prosperó y siempre, acudía vestida de desilusión junto a su sauce llorón que a su pesar, a penas le daba cobijo pues él también estaba sumido en la tristeza.
Un atardecer, un corazón relleno de bondad se acercó a Helena ofreciéndole el secreto para volver a empezar. No era un interesado vendedor como el resto, a penas pedía gran cosa a cambio, tan solo una sonrisa y la satisfacción de haber sembrado un granito de esperanza que fructificara con la fe de ver amanecer de nuevo la vida. Helena le abrió las puertas de su jardín y él, con las manos rodeadas de magia, libró la tierra de las malas hierbas, extrayendo del alma de Helena los sentimientos de rencor que albergaba, arrancó las raíces podridas que aún permanecían enterradas en el corazón de ella en forma de sentimientos de culpabilidad. Limpió y allanó el jardín abriendo los ojos de Helena, secando sus lágrimas y mostrándole que sólo en ella misma residía el secreto de la felicidad. Tan solo cuando consiguiera limpiar su alma de las amarguras del pasado reservando tan solo un trocito para albergar los buenos recuerdos, tan solo cuando su alma y su corazón moraran en armonía y satisfechos de vivir sin la necesidad de otro amor, solo entonces podría comenzar de nuevo.
Le mostró el porqué de que una semilla sembrada en tierra resentida y afectada de enfermedad, acababa enfermando de igual modo haciendo imposible su brote. Le explicó que la tierra cobijada en su jardín necesitaba ser regenerada y mimada hasta que lograra rebosar de vida por si misma. Luego, estaría lista para volver a crear …..
Cuando el amor y la plenitud de aquellos sensacionales años le hacían lucir con el brillo y el esplendor de la rosa más bella y radiante, Javier le abandonó.
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Con los primeros rayos de cariño, latiendo unidos su corazón y el de su primer amor lograron el amanecer de un jardín de aromas intensos, en el que sembraron los sentimientos más puros y a los que no dejaron de regar, abonar y mimar manteniéndolos vivos durante tres años, tres maravillosos años. Los rosales se levantaban hermosos representado la belleza de su amor con sus tallos salpicados de pequeños pinchos que lograban ser salvados con el cariño de ambos. Un grupo de amapolas de colores diferentes eran la sencillez que tiempo atrás les había unido y las blancas margaritas, salpicadas por toda la extensión, alimentaban la sinceridad de la que nació su amor. Los misteriosos gladiolos apostados a lo largo del muro, prestaban elegancia a la relación y las blancas y voluminosas hortensias transmitían la pureza que brotaba de su enlace. El Sauce Llorón que reinaba en una esquina del jardín, les acompañaba en sus lágrimas cuando brotaban, dándoles cobijo y consuelo. Las ortigas que de vez en cuando brotaban, morían afectadas por la intensidad de los sentimientos pero antes de fallecer, se antojaban la infusión perfecta para reforzar la unión.
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Hacía unos meses que él permanecía sumido en el silencio y la distancia, y había dejado de prestar atención a aquella flora sentimental que tanta felicidad les había dado. A pesar de que ella seguía entregada en cuerpo y alma a sus cuidados, parte del jardín comenzó a ajarse dejando paso a las malas hierbas. Poco antes de que Helena dejara atrás los 19, se dio cuenta de que los latidos de su amado parecían haberse desmarcado de los suyos, provocando amargas arritmias amorosas. El miedo a que ambos corazones ya no volaran al unísono apresó su alma. Sus temores se confirmaron cuando Javier, una oscura y triste tarde, se acercó al jardín y arrancando de cuajo sus marchitados sentimientos y arrastrando con ellos sus raíces, se marchó sin mediar palabra. Pasadas unas lunas, descubrió que los sentimientos de Javier lucían y florecían en otro jardín. La luz que desprendía la bella mirada de Helena perdió su intensidad. Su corazón se encerró en la soledad de sus latidos y su alma embargada por el dolor, se refugió en los recuerdos olvidando el cruel presente que le había despojado de su gran amor.
El cariño, el tesón y la bondad del abrazo de la amistad, lograron abrir las rejas que encarcelaban a Helena, lograron romper el candado que custodiaba su alma y la vida volvíó tímidamente a sembrase en su interior, aunque su herido corazón seguía buscando sus recuerdos como una necesidad vital.
Durante un tiempo, la nostalgia de Helena se empeño en acoger a vendedores de semillas con almas solitarias en aquel jardín que deteriorado y marchito reposaba en la oscuridad del olvido. Ella albergaba el deseo de volver a cuidar un paisaje frondoso, lleno de color y aromas de felicidad. Lo intentó en varias ocasiones, pero la simiente que sus pretendientes inseminaban en su dañada tierra no prosperó y siempre, acudía vestida de desilusión junto a su sauce llorón que a su pesar, a penas le daba cobijo pues él también estaba sumido en la tristeza.
Un atardecer, un corazón relleno de bondad se acercó a Helena ofreciéndole el secreto para volver a empezar. No era un interesado vendedor como el resto, a penas pedía gran cosa a cambio, tan solo una sonrisa y la satisfacción de haber sembrado un granito de esperanza que fructificara con la fe de ver amanecer de nuevo la vida. Helena le abrió las puertas de su jardín y él, con las manos rodeadas de magia, libró la tierra de las malas hierbas, extrayendo del alma de Helena los sentimientos de rencor que albergaba, arrancó las raíces podridas que aún permanecían enterradas en el corazón de ella en forma de sentimientos de culpabilidad. Limpió y allanó el jardín abriendo los ojos de Helena, secando sus lágrimas y mostrándole que sólo en ella misma residía el secreto de la felicidad. Tan solo cuando consiguiera limpiar su alma de las amarguras del pasado reservando tan solo un trocito para albergar los buenos recuerdos, tan solo cuando su alma y su corazón moraran en armonía y satisfechos de vivir sin la necesidad de otro amor, solo entonces podría comenzar de nuevo.
Le mostró el porqué de que una semilla sembrada en tierra resentida y afectada de enfermedad, acababa enfermando de igual modo haciendo imposible su brote. Le explicó que la tierra cobijada en su jardín necesitaba ser regenerada y mimada hasta que lograra rebosar de vida por si misma. Luego, estaría lista para volver a crear …..
A mi madre
Observo tu mirada, esa mirada que atesora tanta sabiduría, tantas buenas experiencias y tan dolorosos e inolvidables pesares pero que todavía,se esfuerza por derrochar luz con la que seguir expresando.
Obesrvo tus ojitos, empequeñecidos y abrigados por esos párpados a media asta, minados por el tiempo, cansados y doloridos pero deseosos como el primer día de seguir mirando.
Observo las arrugas de tu octogenario rostro, huellas que el dolor y los años dejaron pero que también aportaron tus risas y que aun hoy, con una sonrisa aspiran a seguir brotando.
Observo tus movimientos, con tu menudo cuerpecito ajado por el paso del tiempo, por el esfuerzo hecho, por el trabajo ejercido pero que ahora desea con más fuerza seguir ofreciendo.
Observo tus manos, instrumentos dotados de sensatez, cariño y tesón que me criaron, que me moldearon tal y como soy y que al tocarme, se mueren por seguir abrigándome y amando.
Te observo y siento ..... siento que lo que tú me has dado, es el alimento que formó mi alma, el pan que engordó mi corazón, , el agua que fortaleció mi vida, la música que atusó a mi ser, es lo más preciado que tengo, eres todo lo que me ha hecho ser.
Te observo y siento ......siento que te estoy perdiendo, que pronto me asaltará tu falta, que pronto te robará el cielo, pero que tu amor, será un amor eterno y que sin duda, siempre pregonaré orgullosa, aunque ya no estés...... que TE QUIERO.
domingo, 17 de abril de 2011
No es oro todo lo que reluce
No es oro todo lo que reluce, ni carbón todo lo que parece oscuridad
con el corazón despojado de prejuicios
es como debemos mirar.
es como debemos mirar.
No son más puras las dulces palabras, ni brindan más verdad
con los oídos libres de necios chantajes
es como debemos escuchar.
es como debemos escuchar.
No son más cabales los llantos, ni menos sensata la seriedad
con la mirada sin tupidos velos
es como debemos observar.
es como debemos observar.
No son más limpias las caricias, ni más haraposa la sobriedad
con las palmas de las manos desnudas
es como debemos tomar.
es como debemos tomar.
Porque no es oro todo lo que reluce
ni carbón todo lo que parece oscuridad
ni carbón todo lo que parece oscuridad
dejemos a un lado las apariencias
pues en malas consejeras se han de antojar
pues en malas consejeras se han de antojar
Procura desnudar tu alma entera,
tener presente lo que vive detrás,
y si no puedes adivinarlo, olvídate de juzgar.
tener presente lo que vive detrás,
y si no puedes adivinarlo, olvídate de juzgar.
Primero sé sincero contigo mismo
y busca después el triunfo de la verdad
y busca después el triunfo de la verdad
pues un juicio por lo que parece,
al que menos lo merece, puede dañar.
al que menos lo merece, puede dañar.
sábado, 16 de abril de 2011
Relato: Chateando
Las ondas internéticas tardaron en llegar a su hogar. La tecnología se resistía a entrar en su casa, nunca era buen momento para ello pero además, ella misma también se negaba a hacer ningún trato con la nueva era. Aguantó la carencia todo lo que pudo hasta que por motivos obvios se vio obligada a alojarla en su vivienda. Los primeros viajes que emprendió por el océano cibernético fueron travesías aventureras; inmersiones en las aguas de la wikipedia, consultas a los sabios de las profundidades sobre temas de interés y paseos interminables por los túneles y bifurcaciones que dibujaban el mundo de youtube.La mayoría de sus amigos, conocidos y familiares habían adquirido ya el rango de expertos en estas lides por lo que la experiencia de los demás le sirvió de brújula y mapa para orientarse. En mumerosas ocasiones se repetía ... " por qué no me habré apuntado a un cursillo de iniciación, ¡¡ esto es un lío !! ".
En ningún momento instaló en su cabeza la idea de introducirse en alguna de esas redes sociales de las cuáles hablaba la gente. Le parecía absurdo. Alguna amiga intentaba convencerla para que probara, pero cuando sus oídos filtraban el hablar de granjas, chats y nuevas y lejanas amistades pensaba que aquello era una locura. Se decía así misma .... "sí, lo que me faltaba ... ponerme a jugar como los niños, y ¿qué es eso de hablar con alguien que no conozco de nada y que además vive a kilómetros de distancia?, con lo bonita que es la amistad con contacto físico" .
Todavía no logra recordar qué detalle le hizo sucumbir y llamar a la puerta de facebook pidiendo una plaza, todavía no puede explicarse como esa muralla que había construido terminó derruida dejándole paso por encima de sus escombros a la nueva forma de relación social. Pero si de verdad había algo que jamás hubiera imaginado era que un chat ......... podría llegar a ser tan importante en su vida como acabó siéndolo.
Ciertamente, su entrada en aquella plataforma fue todo un complemento vitamínico rico en minerales y elementos naturales que acompañaron sus momentos de soledad y alimentaron sus inquietudes. Se acomodó en su muro, decoró su perfil vistiéndolo de un ambiente acojedor y aquello acabó convirtiéndose en su rincón particular, donde tan sólo ella podía entrar sin llamar, refugiarse y disfrutar. Comenzó invitando a su hogar cibernético a aquellas personas que conocía personalmente y que formaban parte de su entorno familiar o social. Le encantaba recibir a sus amigos con la mayor de la sonrisas y con comentarios cariñosos y disfrutaba devolviéndoles la visita con bombones musicales que variaban el gusto cada día, unas veces su sabor era como una explosión de notas, otras eran una serenata para el alma ........
El contador de amigos comenzó el incremento ... y la distancia apareció por primera vez en su círculo social. Pronto se benefició de la riqueza que aquella realidad le ofrecía. Y empezó atesorando tarjetas de visita de todas clases y colores. Degustó pasteles rellenos de nuevas melodías (lpara ella desconocidas) que archivó en su biblioteca y ampliaron sus conocimientos. Y aquella sana bollería le abrió la mente y el alma ... la distancia se camufló de forma tan magistral, que prácticamente desapareció.
El teléfono .... ese chat que hasta ese momento tenía puesto el cartel de "reservado para entorno social próximo", fue descolgado para el resto después de haber estado comunicando o fuera de cobertura durante mucho tiempo. Y allí, en esa pequeña cabina virtual comenzó algo que jamás hubiera imaginado que pudiera suceder.
Siempre había tenido presente que el roce hace el cariño pero estaba a un paso de comprobar que a base de rozar el alma, el cariño podía acabar generando sentimientos más profundos y por supuesto, peligrosos, sobre todo cuando como era su caso, había una familia detrás. No cabía duda de que seguía amando a su pareja pero quizá, en aquella época, el amor que compartían ambos permanecía sumido en un profundo sueño.
Y conoció a un misterioso vendedor de dulces que se fue metiendo en su corazón poquito a poco. Era un hombre diferente, encantador, que le ofrecía un tipo de cariño que ya tenía olvidado, con detalles que le inundaban de dulces sensaciones y con el que se dio cuenta que compartía pensamientos, inquietudes y gustos que ni tan siquiera conjugaba con su pareja. Todos los días sacaba tiempo para enchufarse al chat y mantener una de esas charlas que le daban cobijo y reconfortaban su corazón. Ella fue tomando cosciencia de que algo estaba pasando, notaba como sus sentimientos ganaban en intensidad y como el contacto que tenían comenzaba a resultarle necesario. Pero la luz de alarma se encendió cuando comprobó que la mayor parte del día le acompañaba en el pensamiento y que además, ardía de ganas por conocerle personalmente, por tener un encuentro con él imaginándose una escena demasiado romántica para tratarse de una amistad. Ella estaba segura de que su sentir no era recíproco. Para él, sin duda alguna, era una amiga especial pero sus sentimientos no habían dado el salto.
Necesitaba parar pero veía impotente como sus sentimientos empezaban a volar demasiado alto. Tenía que tomar una determinación, estaba asustada aunque sabía que al menos, el no ser correspondida era una ventaja para salir de aquellas vías antes de que el tren pasara. Durante un tiempo intentó a base de lucha, distanciar el contacto e intentar retomar aquel amor que sentía vivir adormilado en su corazón y que pertenecía al hombre con el que compartía su vida desde hacía ya mucho tiempo. Ese hombre con el que inició un proyecto de vida y que por supuesto ignoraba totalmente la relación que mantenía en el chat y los sentimientos que ella albergaba. Una noche, armándose de valor para hacer honor a la sinceridad, pura cualidad de la amistad, pinchó en el nombre de su encantador huésped coronario, respiró hondo y comenzó a escribir sin cesar. No dejó detalle de lo que sentía, de la decisión que iba hacer efectiva y de lo que iba a suponer.. Desde ese día, y con un profundo dolor en el alma, su nombre desaparecería de su lista de amigos y con ello todo su contacto. Había desempolvado la balanza y teniendo por un lado al amor durmiente y por el otro....a un amor soñado decidió luchar contra el letargo y revivir lo que un día vivió con intensidad.
No habían pasado más de dos días cuando, dando un paseo por el muro central, el marcador de mensajes le alertó. Cuando pinchó para comprobar quien era y antes de abrirlo, se percató de que se trataba de aquel del que había decidido alejarse. Pensó que su petición de intentar entenderla no había calado en él y durante unos momentos dudó entre elminarlo directamente o ver lo que decía. No pudo remediarlo, lo abrió y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando observó una foto muy especial del último viaje que había realizado junto a su pareja. En el comentario ....
GRACIAS,EN REALIDAD SIEMPRE ME HAS AMADO, SIEMPRE NOS HEMOS AMADO PERO CIERTAMENTE, HABÍAMOS OLVIDADO EL POR QUÉ. SOLO NECESITÁBAMOS VOLVER A EMPEZAR COMO AQUELLA PRIMERA VEZ. EL CHAT NOS HA UNIDO DE NUEVO.
¿PODRÁS PERDONARME? AHORA PONDRÉ MI VERDADERA FOTO DE PERFIL.
MILLONES DE BESOS
En ningún momento instaló en su cabeza la idea de introducirse en alguna de esas redes sociales de las cuáles hablaba la gente. Le parecía absurdo. Alguna amiga intentaba convencerla para que probara, pero cuando sus oídos filtraban el hablar de granjas, chats y nuevas y lejanas amistades pensaba que aquello era una locura. Se decía así misma .... "sí, lo que me faltaba ... ponerme a jugar como los niños, y ¿qué es eso de hablar con alguien que no conozco de nada y que además vive a kilómetros de distancia?, con lo bonita que es la amistad con contacto físico" .
Todavía no logra recordar qué detalle le hizo sucumbir y llamar a la puerta de facebook pidiendo una plaza, todavía no puede explicarse como esa muralla que había construido terminó derruida dejándole paso por encima de sus escombros a la nueva forma de relación social. Pero si de verdad había algo que jamás hubiera imaginado era que un chat ......... podría llegar a ser tan importante en su vida como acabó siéndolo.
Ciertamente, su entrada en aquella plataforma fue todo un complemento vitamínico rico en minerales y elementos naturales que acompañaron sus momentos de soledad y alimentaron sus inquietudes. Se acomodó en su muro, decoró su perfil vistiéndolo de un ambiente acojedor y aquello acabó convirtiéndose en su rincón particular, donde tan sólo ella podía entrar sin llamar, refugiarse y disfrutar. Comenzó invitando a su hogar cibernético a aquellas personas que conocía personalmente y que formaban parte de su entorno familiar o social. Le encantaba recibir a sus amigos con la mayor de la sonrisas y con comentarios cariñosos y disfrutaba devolviéndoles la visita con bombones musicales que variaban el gusto cada día, unas veces su sabor era como una explosión de notas, otras eran una serenata para el alma ........
El contador de amigos comenzó el incremento ... y la distancia apareció por primera vez en su círculo social. Pronto se benefició de la riqueza que aquella realidad le ofrecía. Y empezó atesorando tarjetas de visita de todas clases y colores. Degustó pasteles rellenos de nuevas melodías (lpara ella desconocidas) que archivó en su biblioteca y ampliaron sus conocimientos. Y aquella sana bollería le abrió la mente y el alma ... la distancia se camufló de forma tan magistral, que prácticamente desapareció.
El teléfono .... ese chat que hasta ese momento tenía puesto el cartel de "reservado para entorno social próximo", fue descolgado para el resto después de haber estado comunicando o fuera de cobertura durante mucho tiempo. Y allí, en esa pequeña cabina virtual comenzó algo que jamás hubiera imaginado que pudiera suceder.
Siempre había tenido presente que el roce hace el cariño pero estaba a un paso de comprobar que a base de rozar el alma, el cariño podía acabar generando sentimientos más profundos y por supuesto, peligrosos, sobre todo cuando como era su caso, había una familia detrás. No cabía duda de que seguía amando a su pareja pero quizá, en aquella época, el amor que compartían ambos permanecía sumido en un profundo sueño.
Y conoció a un misterioso vendedor de dulces que se fue metiendo en su corazón poquito a poco. Era un hombre diferente, encantador, que le ofrecía un tipo de cariño que ya tenía olvidado, con detalles que le inundaban de dulces sensaciones y con el que se dio cuenta que compartía pensamientos, inquietudes y gustos que ni tan siquiera conjugaba con su pareja. Todos los días sacaba tiempo para enchufarse al chat y mantener una de esas charlas que le daban cobijo y reconfortaban su corazón. Ella fue tomando cosciencia de que algo estaba pasando, notaba como sus sentimientos ganaban en intensidad y como el contacto que tenían comenzaba a resultarle necesario. Pero la luz de alarma se encendió cuando comprobó que la mayor parte del día le acompañaba en el pensamiento y que además, ardía de ganas por conocerle personalmente, por tener un encuentro con él imaginándose una escena demasiado romántica para tratarse de una amistad. Ella estaba segura de que su sentir no era recíproco. Para él, sin duda alguna, era una amiga especial pero sus sentimientos no habían dado el salto.
Necesitaba parar pero veía impotente como sus sentimientos empezaban a volar demasiado alto. Tenía que tomar una determinación, estaba asustada aunque sabía que al menos, el no ser correspondida era una ventaja para salir de aquellas vías antes de que el tren pasara. Durante un tiempo intentó a base de lucha, distanciar el contacto e intentar retomar aquel amor que sentía vivir adormilado en su corazón y que pertenecía al hombre con el que compartía su vida desde hacía ya mucho tiempo. Ese hombre con el que inició un proyecto de vida y que por supuesto ignoraba totalmente la relación que mantenía en el chat y los sentimientos que ella albergaba. Una noche, armándose de valor para hacer honor a la sinceridad, pura cualidad de la amistad, pinchó en el nombre de su encantador huésped coronario, respiró hondo y comenzó a escribir sin cesar. No dejó detalle de lo que sentía, de la decisión que iba hacer efectiva y de lo que iba a suponer.. Desde ese día, y con un profundo dolor en el alma, su nombre desaparecería de su lista de amigos y con ello todo su contacto. Había desempolvado la balanza y teniendo por un lado al amor durmiente y por el otro....a un amor soñado decidió luchar contra el letargo y revivir lo que un día vivió con intensidad.
No habían pasado más de dos días cuando, dando un paseo por el muro central, el marcador de mensajes le alertó. Cuando pinchó para comprobar quien era y antes de abrirlo, se percató de que se trataba de aquel del que había decidido alejarse. Pensó que su petición de intentar entenderla no había calado en él y durante unos momentos dudó entre elminarlo directamente o ver lo que decía. No pudo remediarlo, lo abrió y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando observó una foto muy especial del último viaje que había realizado junto a su pareja. En el comentario ....
GRACIAS,EN REALIDAD SIEMPRE ME HAS AMADO, SIEMPRE NOS HEMOS AMADO PERO CIERTAMENTE, HABÍAMOS OLVIDADO EL POR QUÉ. SOLO NECESITÁBAMOS VOLVER A EMPEZAR COMO AQUELLA PRIMERA VEZ. EL CHAT NOS HA UNIDO DE NUEVO.
¿PODRÁS PERDONARME? AHORA PONDRÉ MI VERDADERA FOTO DE PERFIL.
MILLONES DE BESOS
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